"Enrique Lledó se ha apoderado del paisaje en todas sus esquinas, desde todos los puntos de una posible observación. Se ha hecho con el juego y la esencia de las casas y de los lugares íntimos. Ha subrayado el valor y la trascendencia de la criatura humana a través del retrato, dibujando en silencio fructificador, germinador, unos ojos, la expresión de unos labios, la curvatura de unas líneas..."
Adrián Espí Valdes
Universidad de Alicante